En 2022, un juez federal comunicó al principal antisectas argentino y a la controversial fiscalía antitrata que sus acusaciones contra una “secta” eran falsas.
por Massimo Introvigne
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Quienes leyeron la serie de Bitter Winter sobre la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) están familiarizados tanto con Pablo Gastón Salum como con una fiscalía especial argentina llamada PROTEX (Procuraduría para el Combate de la Trata y Explotación de Personas). Pablo Salum es un antisectas extremo y un tanto lunático que considera “sectas” a los budistas, los masones, los Santos de los Últimos Días, los Adventistas del Séptimo Día e incluso a las carmelitas descalzas católicas. Él informa que sus campañas fueron bendecidas en 2013 por la Embajada de Francia en Buenos Aires.
PROTEX es una agencia que ha intentado ampliar su campo de operaciones (de ahí su importancia y sus recursos) de la prostitución y la trata de personas con fines de explotación laboral a las “sectas”, afirmando que a los “sectarios”, al igual que a las prostitutas que declaran haber elegido ser trabajadoras sexuales libremente, necesariamente les han “lavado el cerebro”. La desacreditada teoría del lavado de cerebro, desprestigiada hace tiempo por los estudiosos de los nuevos movimientos religiosos, puede volver así por la ventana de las actividades contra la trata.
Salum es ex miembro, y pariente de miembros actuales, de EYBA, cuyas teorías fueron derrotadas en 2000 cuando los jueces argentinos declararon inocentes a los dirigentes y estudiantes de EYBA de todos los cargos por los que habían sido procesados. Salum no inició el caso, pero al final se erigió en el más firme opositor al grupo. Aunque nunca superó realmente su enfado por esta derrota, Salum creyó que el nuevo enfoque de PROTEX podría ofrecerle una segunda oportunidad. En 2021, denunció a EYBA ante PROTEX e instigó el espectacular allanamiento de 2022, cuya historia y secuelas se han contado en Bitter Winter.
Menos conocido es que el fiasco de EYBA en 2000 no fue la única derrota de Salum. También fracasó en su intento de convencer a la justicia argentina de que la filial local de un movimiento con sede en Australia conocido como los Jesus Christians (los Jesucristianos) era una “secta” criminal que lavaba el cerebro a sus seguidores. Como de costumbre, Salum ha demostrado ser un mal perdedor, y ha intentado persuadir a YouTube, con diversos pretextos, para que censure los vídeos del movimiento que informan de su derrota.
Los Jesus Christians son un grupo cristiano fundado en la década de 1980 por el estadounidense Dave McKay y con sede central actualmente en Australia. Son conocidos por su enfoque radical del ideal cristiano de la pobreza y su denuncia del dinero como fuente de la mayoría de los males, así como por sus campañas humanitarias, una de las cuales llevó a algunos de ellos a donar riñones a personas no familiares que conocían desde hacía relativamente poco tiempo. Esto expuso a los Jesus Christians a algunas críticas en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, en un momento en que la ley (modificada posteriormente) sólo permitía las donaciones de riñón por parte de familiares o viejos amigos.
Los Jesus Christians se convirtieron en blanco frecuente del movimiento antisectas y de los desprogramadores. Intentaron utilizar en su contra el hecho de que McKay fue durante unos meses miembro de los Niños de Dios (más tarde llamados La Familia), un grupo a menudo criticado por sus prácticas sexuales poco convencionales. Irónicamente, los críticos de los Jesus Christians citan en este punto publicaciones de mi propio centro de investigación CESNUR, aunque escribimos claramente que la experiencia de McKay con los Niños de Dios fue corta, y que se marchó específicamente porque no estaba de acuerdo con su enfoque respecto a la sexualidad.
Los Jesus Christians ya no son una organización jerárquica, pero los grupos locales independientes de varios países mantienen una afiliación menos estrecha con el centro australiano. Es el caso de Cómo Vivir Por Fe, la filial argentina de los Jesus Christians.


Según se detalla en una orden judicial fechada el 28 de noviembre de 2022 por el Juzgado Criminal y Correccional Federal de Tres de Febrero, el 16 de marzo de 2021, la PROTEX se querelló contra Cómo Vivir Por Fe, alegando que una mujer, G., había sido “captada” por una “secta.” Según la PROTEX, G. había “abandonado, su trabajo, residencia e incluso a su hija, para adoptar un vida austera y desapegada de bienes y sus relaciones habituales.” Se afirmó que “no la dejan salir sola, que comen de la basura y que en el corto plazo dejaría de mantener comunicación con sus familiares, a modo de prueba del desapego afectivo, pues viajaría a fin de misionar en otros lugares del mundo.” El juzgado señaló que otra denuncia se refería a una mujer y sus dos hijas menores de edad también “captadas” por la “secta”, y su caso se unió al de G.
La PROTEX informó al juzgado que había sido contactada por Pablo Salum, quien había afirmado que Cómo Vivir Por Fe es una “secta” que “captaría seguidores a través de contactos cursados por
redes sociales, mediante el empleo de técnicas de persuasión orientadas a conseguir el dominio y disposición total de las víctimas.” Probablemente basándose en las alegaciones de Salum, a su vez basadas en sus contactos con la red internacional antisectas, y de los familiares de G. que no estaban de acuerdo con su decisión de unirse al grupo, la PROTEX afirmó que G. estaba a punto de viajar al extranjero, donde sería obligada a donar su riñón y se convertiría en víctima del “tráfico de órganos.”
Debido a la gravedad de las acusaciones, el juzgado autorizó un allanamiento de las viviendas de Cómo Vivir Por Fe el 5 de mayo de 2022 y un interrogatorio de la “víctima”, G. En un escenario familiar para los lectores de Bitter Winter que han seguido el caso EYBA, G. negó ser una víctima y la PROTEX insistió en que su negación demostraba que estaba bajo los efectos de un lavado de cerebro.
No se encontró nada que sugiriera que Cómo Vivir Por Fe hubiera cometido delito alguno, los testigos declararon que, en lugar de haber sufrido un “lavado de cerebro”, habían abrazado libremente el mensaje cristiano radical del grupo, y el tribunal comprobó que G. y otros miembros mantenían relaciones normales con el mundo exterior y con sus familias. Se pidió al Cuerpo Médico Forense que realizara un examen psicológico a G. y a la otra mujer implicada. El experto informó que las mujeres eran mentalmente competentes y estaban contentas con su vida en la comunidad. La psicóloga concluyó que “no se identificaron elementos que aludieran a conductas de amenazas, victimización, vulnerabilidad, sometimiento, engaño, control emocional, intimidación, presión o vulneración de albedrío ejercidas por los denunciados hacia las peritadas, ni previo, ni durante, ni a posteriori de los supuestos hechos descriptos en autos.” Su libertad, dijo, “no se encuentra restringida”, y “no surgen elementos que permitan evidenciar que las mismas se encuentran en situación de trata de personas.” El examen de los teléfonos móviles de las dos presuntas “víctimas” confirmó que mantenían contactos regulares y normales con sus familias.
El juzgado también escuchó el testimonio de un joven que había visitado a Cómo Vivir Por Fe durante aproximadamente un mes, quien afirmó que había sido manipulado y enseñado a “odiar a su familia.” El tribunal expresó la sospecha de que el joven había sido efectivamente manipulado, no por Cómo Vivir Por Fe, sino por Pablo Salum. “El juzgado no puede ignorar”, dice la sentencia, “la acreditada injerencia del mencionado Pablo Salum en el testimonio. Ello pues aquel entrevistó al joven antes de que declarase y tal entrevista evidencia que el primero ya tenía una opinión formada y negativa sobre el quehacer de la comunidad religiosa y por ello sin duda influyó en el análisis que el testigo brindó al juzgado. Prueba cabal de ello es que [el joven] admite que la mención introducida en autos, relativa a la supuesta donación coercitiva de órganos, la introdujo aquel y que en la comunidad nunca se trató el asunto.”


Tenemos aquí una extraordinaria reconstrucción por un tribunal de justicia de cómo operan Salum y otros antisectas. “Implantan” en los exmiembros y otras personas a las que consiguen influenciar “falsos recuerdos” sobre supuestas fechorías de sus antiguos movimientos que, de hecho, los exmiembros o visitantes de los movimientos religiosos no conocen por experiencia directa, sino sólo porque los antisectas les persuadieron de que ocurrieron realmente. No creo que exista el lavado de cerebro. Los que sí lo creen pueden reconocer aquí un ejemplo de libro de texto de lo que ellos llaman lavado de cerebro —por los antisectas, no por las “sectas”.
El juzgado concluyó que “En definitiva, se aprecia que no se han reunido elementos que permitan determinar que la persuasión que motivara a las presuntas víctimas a sumarse a la comunidad fuese ilegal. Además, ha sido constatado que cada persona que participa de la comunidad ‘Cómo Vivir Por Fe’ mantiene contacto con su familia y entorno y libertad para abandonar la opción religiosa” si así lo desean.
Al desestimar la demanda contra Cómo Vivir Por Fe, el juzgado citó una decisión argentina de 1993 sobre los Niños de Dios/La Familia, que yo comenté entonces en el sitio web del CESNUR. “Se ha argumentado en un caso similar”, escribió el juzgado, “que ‘Decir que la acción delictiva radica en el engaño inicial en el que pudo hacerse incurrir a una persona para que ingrese a una secta y en el tratamiento posterior que se le da al adepto o sea el desenvolvimiento pautado y progresivo de los presuntos objetivos de utilización personal al servicio de los líderes, constituye un grave error jurídico que podría introducir un concepto paternalista sumamente riesgoso para la vigencia de una sociedad abierta y democrática.’” Estas son palabras muy duras, y sugieren que las campañas antisectas de Salum y la PROTEX pueden, de hecho, poner en peligro la democracia argentina.