La desconexión fue anulada por Hubbard en 1968, pero reintroducida en 1983 como expresión de la “libertad de decidir con quién quiere uno comunicarse”.
Por Massimo Introvigne
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En 1968, la desconexión fue anulada por Hubbard a través de una Carta de Política adicional de la HCO fechada el 15 de noviembre, publicada menos de un mes después de que la “Ley de la Caza No Vedada” también hubiera sido abolida. Hubbard escribió que, “Dado que ahora podemos manejar todo tipo de casos, la desconexión como condición queda anulada”.
Esta Carta de Política de la HCO consiste en una sola línea; sin embargo, había sido ampliamente debatida en las polémicas sobre Scientology. Los críticos sostienen que el cambio de política fue causado por las críticas en los medios de comunicación y por la investigación de una Comisión oficial de Investigación sobre Scientology en Nueva Zelanda, a la que de hecho Hubbard escribió el 26 de marzo de 1969 que, “Con respecto a la práctica de la Desconexión, lo he tratado con la Junta Directiva de la Iglesia de Scientology, y no tienen ninguna intención de reintroducir esta política, que fue anulada el 15 de noviembre de 1968. Por mi parte, no veo ninguna razón por la que esta política deba ser reintroducida, ya que una amplia encuesta en los países de habla inglesa encontró que esta práctica no era aceptable”.
Por cierto, Hubbard no se inventó lo de la “amplia encuesta”: en realidad consultó a Scientologists de todo el mundo angloparlante mediante un cuestionario. Pero también es cierto que, en 1968, Hubbard creía que Scientology era capaz de “manejar todo tipo de casos”, sin que la desconexión fuera estrictamente necesaria.
Aunque algunos críticos sostienen lo contrario, un estudio de los textos producidos por Scientology en los años siguientes confirma que, de hecho, se abandonó la práctica de la desconexión y se pusieron en marcha otras técnicas alternativas para resolver situaciones PTS. Esto se refleja en la segunda edición (1970) de “Introducción a la Ética de Scientology” de Hubbard, donde referencias anteriores sobre la desconexión fueron sustituidas por un párrafo que explica que la situación del PTS debe ser resuelta a través de una “auditación especial.” Leemos (página 48) que, “Una FUENTE POTENCIAL DE PROBLEMAS se define como una persona que mientras está activa en Scientology, o mientras es un preclear, aún permanece conectada a una persona o grupo que es una Persona Supresiva o Grupo Supresivo. Hasta que esta conexión se resuelva con auditación especial nada bueno puede pasar. (Una Fuente Potencial de Problemas es una persona o preclear que ‘hace montaña rusa’, es decir, que mejora y luego empeora. Esto sólo ocurre cuando su conexión con una persona o grupo supresivo no está resuelta y, para que sus ganancias de Scientology sean permanentes, debe recibir procesamiento destinado a resolverlos – a la persona o grupo supresivo)”.
En 1973, sin embargo, la desconexión volvió. El 10 de agosto de 1973, la “desconexión” se mencionó de pasada en una Carta de Política de la HCO sobre PTS: “Existen dos datos estables que cualquiera tiene que tener, comprender y saber que son ciertos, a fin de obtener resultados en el manejo de personas conectadas con Supresivos. Estos datos son: 1. Que toda enfermedad en mayor o menor grado y que todas las meteduras de pata provienen directa y únicamente de una condición PTS. 2. Que liberarse de la condición requiere tres acciones fundamentales: A. Descubrir. B. Manejar o desconectar. Las personas a quienes se les pide que manejen a personas PTS pueden hacerlo muy fácilmente, mucho más fácilmente de lo que creen. Su obstáculo básico es pensar que existen excepciones, que hay otra tecnología, o que los dos datos anteriores tienen modificadores o no lo abarcan todo. En el momento en que se persuadido a alguien que está tratando de manejar a personas PTS de que hay otras condiciones, motivos o tecnología, está inmediatamente perdido, y perderá el juego y no obtendrá resultados. Y esto es una verdadera lástima porque no es difícil hacerlo y los resultados están ahí para obtenerse”.


Esta breve mención permitió a Hubbard afirmar, un mes después, que “‘Manejar o desconectar’ es parte del procedimiento actual sobre el manejo de Fuentes Potenciales de Problemas, según HCOB del 10 de agosto del ’73, ‘Manejo del PTS’”. Esta cita es de una Carta de Política de HCO del 15 de septiembre de 1973. Se calificó como “confidencial” y no se publicó con la serie oficial. Sin embargo, los críticos de Scientology la han publicado repetidamente en internet y, que yo sepa, su autenticidad nunca ha sido cuestionada. Hubbard insistió en que “la práctica de publicar o escribir cartas de desconexión a la persona afectada” estaba todavía prohibida, “debe evitarse cualquier carta o acción de desconexión acusadora o que cause una emoción desagradable” y “un gran porcentaje de casos se resolverán completamente” sin necesidad de recurrir a la desconexión.
Sin embargo, la desconexión se restableció de hecho, aunque como excepción a la que recurrir “en muy pocos casos” y sin excesiva publicidad.
Una persona puede simplemente decidir desconectarse y quedar desconectada a partir de ese momento, declaró Hubbard. “En algunos casos, el ítem encontrado puede estar muerto, explicó, y la persona no tiene otra opción que desconectarse. En ese caso, la persona simplemente se desconecta en ese momento, en la oficina del Oficial de Ética, o en sesión. No hace falta hacer nada más. Algunos puede que prefieran escribir un comunicado del hecho que simplemente se archiva en su folder de ética, sin que se tome ninguna otra medida. No se envía por correo a nadie”.
El 10 de septiembre de 1983, Hubbard publicó su última palabra y una disculpa por la política de desconexión. Señaló que el derecho a comunicar también incluye el derecho a no comunicar. “Si alguien tiene el derecho a comunicarse, escribió, entonces también debe tener derecho a no recibir la comunicación de otro. Este último corolario del derecho a comunicarse es lo que nos da nuestro derecho a la intimidad […] Un ejemplo de esto es el matrimonio: en una sociedad monógama, el acuerdo es que uno sólo estará casado con una persona a la vez. Ese acuerdo se extiende a tener relaciones de segunda dinámica con el cónyuge y con nadie más. Por lo tanto, si la esposa Shirley estableciera una línea de comunicación de tipo segunda dinámica con otra persona que no sea su marido Pete, esto es una violación del acuerdo y de los postulados del matrimonio. Pete tiene derecho a insistir en que esta comunicación cese o si no el matrimonio cesará”.


Fuera del argot de Scientology, Hubbard responde eficazmente a sus críticos señalando que, si existe el derecho a “desconectarse” del cónyuge mediante el divorcio por diversas razones, no está claro por qué un Scientologist no puede “desconectarse” de sus familiares o amigos cuando cometen lo que, a sus ojos, son los gravísimos crímenes de intentar destruir Scientology.
Hubbard recuerda a los Scientologists que en 1968 “se canceló la desconexión como condición. Habían abusado de ella unos cuantos pocos individuos que no habían logrado manejar situaciones que se podían haber manejado, y que se desconectaron perezosa o irresponsablemente, creando así situaciones incluso peores que las originales, porque era la acción incorrecta.”
El tiempo, sin embargo, según Hubbard, demostró que el SP utilizó la política de desconexión para perjudicar aún más a Scientology: de ahí la reincorporación de la desconexión en 1983. De hecho, se había producido en 1973, pero a través de una Carta de Política confidencial. En 1983, Hubbard estaba preparado para presentar públicamente la política de desconexión y para defenderla como parte no sólo de la libertad religiosa, sino de los derechos humanos fundamentales.
“No podemos permitirnos, argumentaba Hubbard, el negar a los Scientologists esa libertad básica que se concede a todos los demás: el derecho a elegir con quién desea uno comunicarse o no comunicarse. Es suficientemente malo que haya gobiernos que tratan de impedir, mediante el uso de la fuerza, que la gente se desconecte de ellos [¡mira los que quieren irse de Rusia, pero no pueden!]… El hecho desnudo es que la desconexión es un instrumento vital en el manejo de la condición PTS y puede ser muy eficaz cuando se usa correctamente. Por lo tanto, se restaura por la presente el uso de la tecnología de desconexión, en manos de aquellas personas que estén entrenadas a fondo y de manera estándar en la Tecnología de PTS/SP”.
Hubbard también reiteró en 1983 que la desconexión en la mayoría de los casos no es necesaria, ya que la mayoría de las situaciones PTS se pueden resolver a través de la auditación. Sin embargo, la experiencia había enseñado a Scientology que la política de desconexión no podía eliminarse por completo, aunque debía aplicarse dentro de los límites estrictos de las leyes del país: “La tecnología de Desconexión es esencial en el manejo de PTSes. Puede salvar vidas y las ha salvado, y puede ahorrar incontables dificultades y trastornos. Tiene que preservarse y usarse correctamente”.
Y, lo que es más importante, reiteró que “Nada de lo dispuesto en esta HCOB justificará jamás ni bajo ninguna circunstancia ninguna infracción de las leyes del país. Cualquier infracción de este tipo someterá al infractor a las penas descritas por la ley, así como a acciones de ética y justicia.”