Una agencia especial contra la trata de personas coopera con un estrafalario activista antisectas que considera “secta” incluso a las monjas Carmelitas Católicas.
por Willy Fautré
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El 12 de agosto de 2022, por la noche, unas sesenta personas de unos sesenta años asistían a una tranquila clase de filosofía en una cafetería situada en la planta baja de un edificio de diez pisos en la avenida Estado de Israel, en un barrio de clase media de Buenos Aires, cuando de repente se desató el infierno.
Un equipo policial SWAT completamente armado dirigido por la PROTEX –organismo estatal que se ocupa de la trata de personas y la explotación laboral y sexual de las personas– rompió la puerta del lugar de reunión y entró por la fuerza en el edificio, sede de la escuela de yoga, en 25 apartamentos privados y en los despachos profesionales de varios de sus miembros. Subieron a todos los pisos y, sin llamar ni hacer sonar los timbres, abrieron violentamente todas las puertas por la fuerza, causándoles graves daños.
Según la denuncia de una persona cuyo nombre no se reveló oficialmente, el fundador de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) captaba a personas mediante engaño para reducirlas a una situación de servidumbre y/o explotación sexual. El denunciante optó después por revelar su nombre y alardear de su iniciativa en su canal de YouTube, sus redes sociales y medios de comunicación en general: Pablo Gastón Salum.
En 2023, varios académicos en estudios religiosos fueron invitados a Argentina para asistir a un panel en un evento internacional sobre derechos humanos coorganizado por el gobierno y la UNESCO. Aprovecharon esta oportunidad para estudiar el caso EYBA.
Human Rights Without Frontiers también investigó este asunto y ya ha publicado tres artículos: Argentina, una escuela de yoga en el ojo de un ciclón mediático
Un caso de abuso de poder por parte de fiscales y policías – Nueve mujeres demandan a una institución estatal que las califica abusivamente de víctimas de abusos sexuales – Feliz 85 cumpleaños, Sr. Percowicz.
Pablo Gastón Salum, nacido en 1978, tuvo una escolaridad y una vida agitadas. En 1990 y 1991, mientras vivía con su madre, miembro de EYBA, dejó de asistir a clases y tuvo que repetir el 6º curso de su escuela primaria. En 1992, tras golpear a su madre (de acuerdo con el informe de ella), fue acogido por su padre. Entonces tenía 14 años y aún no había terminado la escuela primaria. Un año después, discutió con su madrastra y se fue a vivir con la familia de un amigo, a expensas de dicha familia. Al cabo de un tiempo, le pidieron que se marchara.
En 1995 volvió a casa de su padre que, tras un tiempo y algunas peleas más, lo declaró fugitivo a la policía. Mientras tanto, intentó continuar sus estudios en una escuela secundaria, pero volvió a abandonarlos. Luego volvió a casa de su madre y continuó su turbulenta vida con sus padres.
En 1996, como ya no quería estudiar ni trabajar y se mostraba violento con su madre, su hermano mayor, Germán Javier, antiguo, pero no descontento miembro de EYBA, lo acogió en su casa. A pesar de su nuevo entorno humano, su violencia no disminuyó y su hermano Germán junto con otra persona presentaron una denuncia contra él por amenazas de muerte. Entonces fue detenido por la policía durante dos días. Y Pablo Salum reanudó su vida nómada, quedándose entonces con su padrastro Carlos Mannina, también ex miembro (pero no descontento) de EYBA, ya separado de su madre años antes.
Mientras tanto, su hermano tuvo una exitosa vida profesional como director de una inmobiliaria en Buenos Aires y su hermana lleva más de diez años trabajando en el extranjero como enfermera tras haber estudiado en Estados Unidos.
Pablo Salum afirma en su perfil de Instagram Pablogsalum haber fundado la Red Librementes, una asociación de hecho que no consta que esté registrada oficialmente como asociación cívica. También se presenta como activista de derechos humanos y “creador de la ley de asistencia a víctimas y familiares de sectas coercitivas.”
La web Celeknow.com, que entre otros temas varios publica cotilleos sobre un amplio abanico de personalidades en el centro de atención, lo presenta como “trabajador que lucha por los derechos humanos y de los animales”, así como “trabajador social” y “activista que lucha contra las sectas coercitivas.”
Nada indica que tenga el perfil de un defensor de los derechos humanos y ningún otro sitio web profesional más allá del suyo lo hace.
Presumir en las redes sociales de supuestos logros como “la creación de una ley contra las sectas” parece más una megalomanía que una realidad. Pablo Salum no es un legislador elegido por el pueblo argentino. La modestia es una de las principales características de un defensor de los derechos humanos. Él no tiene esa cualidad. Disfraza constantemente la realidad y miente abiertamente sobre su vida familiar para presentarse como una víctima, un sobreviviente de algo ficticio y un cruzado antisectas, ya que esto le proporciona oportunidades de ser entrevistado por los medios de comunicación.
Pablo Salum no es más que un blogger y un influencer que quiere ser el centro de atención, como también puede verse en sus vídeos. Las autoridades argentinas que persiguen a EYBA basándose en sus declaraciones deberían reconsiderar la fiabilidad y la pertinencia de su fuente de información a este respecto.
Pablo Salum afirma haber abandonado a los 14 años la llamada “secta EYBA”, a la que pertenecían su madre y su hermano y hermana mayores, y de la que supuestamente siguen siendo víctimas. En los medios de comunicación argentinos y en sus propios vídeos, afirma ser un “sobreviviente”, haber perdido la pista de su familia –su madre, su hermano y su hermana– mientras llora con un patetismo engañoso su falta de contacto con ellos. Incluso llega a declarar que han sido “secuestrados” por la “secta”. No cabe duda de que es un buen comediante.
La realidad es muy distinta y sorprende que la mayoría de los periodistas argentinos no se molesten en hacer la más mínima comprobación sobre lo que dice y pretende ser. Un vídeo de 15 minutos preparado y facilitado a “Bitter Winter” por miembros de EYBA (no implicados en la investigación), ex miembros y familiares, revela pruebas irrefutables de los inventos de Pablo Salum y hechos inquietantes silenciados sobre sus conflictivas relaciones con su familia.
La madre de Pablo Salum nunca ha cambiado de domicilio desde que su hijo se marchó. En cuanto a su hermano Germán y su hermana Andrea, todo lo que había que hacer para ponerse en contacto con ellos era buscar sus nombres en Google. Las declaraciones de Pablo Salum sobre ellos no son más que mentiras.
En el ámbito de la libertad de religión o de creencias, Pablo Salum ciertamente no es un activista de los derechos humanos. Como librepensador, es incluso hostil a dicha libertad.
En mayo de 2022, tomó partido por el Partido Comunista Chino (PCCh) contra los practicantes de Falun Gong tuiteando “Recuerden que Falun Dafa es una peligrosa organización coercitiva #Secta de origen chino que está operando en Argentina y otros países IMPUNEMENTE como se ve en esta foto. Sería bueno que alerten a la ciudadanía”. Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado ampliamente los casos de detención ilegal y extracción forzada de órganos de miles de practicantes de Falun Gong por parte del gobierno chino. Salum ha tomado una dirección opuesta.
En un reciente incidente con el Dalai Lama y un niño, Salum aprovechó la ocasión para llamar a Su Santidad “ese criminal que quiere llamarse Dalai Lama”. Calificó al budismo tibetano que él dirige de “secta implicada en trata de personas y pedofilia”, y al budismo en general de religión que esconde “oscuras doctrinas coercitivas” típicas de las “sectas”.
Según Salum, la Iglesia Mormona es una secta coercitiva que encubre abusos sexuales. En cuanto a los Testigos de Jehová, considera su movimiento “una organización terrorista“, lo que es peor que la acusación de Putin de “organización extremista”. Cabe destacar el número de testigos de Jehová detenidos desde hace años en Rusia, incluida Crimea, por practicar su fe en privado: más de 130.
Los Adventistas e incluso las Carmelitas Católicas también están en el punto de mira de Salum. Hasta la Masonería es calificada por él como extremadamente peligrosa en México.
* Artículos académicos sobre el caso EYBA:
Por Susan Palmer: “De sectas a ‘cobayos’: las nuevas religiones como ‘conejitos de indias’ para poner a prueba nuevas leyes. El caso de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.”
Por Massimo Introvigne: “La gran caza de brujas contra las sectas en Argentina y la Escuela de Yoga de Buenos Aires.”