BITTER WINTER

Califica al Ejército de Salvación de “organización coercitiva” y utiliza contra “Bitter Winter” las mismas estrategias que los antisectas atribuyen a las “sectas”.

por Massimo Introvigne

Activismo de Pablo Salum contra el Ejército de Salvación en YouTube.
Activismo de Pablo Salum contra el Ejército de Salvación en YouTube.

En 1985, el historiador suizo Jean-François Mayer escribió un breve libro sobre cómo en la década de 1880 el Ejército de Salvación fue calumniado en Suiza con argumentos muy similares a los utilizados en el siglo XX contra las “sectas” (“Une honteuse exploitation des esprits et des porte-monnaies?”, Friburgo: Les Trois Nornes). Mayer incluso publicó una tabla mostrando cuan similares eran ambos conjuntos de acusaciones.

Lo que quería destacar es que, al igual que acusar al Ejército de Salvación de ser una “secta” hoy parecería ridículo y absurdo, quizás en el futuro, cuando prevalezcan los ánimos sobrios, también se desestimen algunas acusaciones paralelas contra grupos actualmente etiquetados como “sectas”.

El historiador suizo Jean-François Mayer y su libro sobre la crítica “antisectas” al Ejército de Salvación en el siglo XIX.
El historiador suizo Jean-François Mayer y su libro sobre la crítica “antisectas” al Ejército de Salvación en el siglo XIX.

Uno de mis mentores, sin embargo, me dijo una vez que no importa lo absurda que sea una teoría, siempre encontrarás a alguien lo suficientemente loco como para revivirla. Aunque Mayer no podría haberlo predicho en 1985, en 2023 un estrambótico activista antisectas argentino, Pablo Salum, llama “organización coercitiva” y “secta” al Ejército de Salvación en sus programas contra las “sectas” en YouTube y Twitch.

Esto no es sorprendente, ya que Salum se ha referido a Falun Gong, con palabras que parecía haberlas tomado prestadas de la propaganda del Partido Comunista Chino, como “una de las organizaciones coercitivas chinas más peligrosas.” A los Testigos de Jehová los tachó de “organización coercitiva terrorista secta”; a la Wicca, de “secta y organización coercitiva”; a los Santos de los Últimos Días (conocidos popularmente como mormones), de otra “organización coercitiva secta”, cuyos líderes también “encubren pederastas“. El catálogo de “sectas” de Salum no tiene fin, e incluye a la Masonería, a los Adventistas del Séptimo Día e incluso a las monjas Carmelitas Descalzas católicas. 

Aprovechó el reciente incidente protagonizado por el Dalai Lama y un niño para calificar a Su Santidad como “ese delincuente que se hace llamar Dalai Lama”, al budismo tibetano que dirige de “secta tratante y pederasta”, al movimiento budista Soka Gakkai de “organización coercitiva criminal” y al budismo en general de religión que esconde “oscuras doctrinas coercitivas” típicas de las “sectas”. Francamente, sería difícil encontrar una religión que “no sea” una “organización coercitiva” y una “secta”, según Salum.

Salum no merecería especial atención si no hubiera sido utilizado por una agencia fiscal especial argentina llamada PROTEX para promover su propia agenda de represión de las minorías religiosas y espirituales mediante una interpretación abusiva de la noción de “trata de personas” enraizada en la teoría pseudocientífica del “lavado de cerebro” o “persuasión coercitiva”.

Paradójicamente, Salum adopta las mismas estrategias que los antisectas consideran típicas de las “sectas”. Durante décadas, como documenta el académico estadounidense Andrew Ventimiglia en su obra “Copyrighting God: Ownership of the Sacred in American Religion” (Cambridge: Cambridge University Press, 2019), los antisectas han vituperado a la Iglesia de la Cienciología y a otros grupos a los que tachan de “sectas” por su uso o abuso de las leyes de derechos de autor para impedir las críticas. La Cienciología, en particular, ha cerrado con éxito varios sitios web antisectas que, para criticar a la Iglesia, utilizaban imágenes y textos cuyos derechos de autor le pertenecían. Mientras que en los casos comentados por Ventimiglia personalmente creo que la Cienciología tenía razón, ya que se reprodujeron ilegalmente textos extensos y en algunos casos libros voluminosos enteros, sin duda hay otros casos en los que los reclamos de derechos de autor se utilizan como herramienta para acallar las críticas. Esto es especialmente fácil en YouTube, donde los reclamos son gestionados en su mayoría por ordenadores y no por seres humanos. Los ordenadores prefieren pecar de precavidos y aceptan casi todos los reclamos de derechos de autor sin más. El propio YouTube admite que cada año se presentan millones de reclamos falsos de derechos de autor para acosar a los usuarios legítimos, algunos de los cuales son chantajeados y se les pide que paguen dinero para poner fin al acoso.

“Bitter Winter” ilustró algunos artículos de la académica canadiense Susan Palmer y otros sobre los abusos de Salum y PROTEX con vídeos preparados por miembros (no implicados en el actual caso judicial), exmiembros y familiares de miembros de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA, el principal objetivo de estos abusos). Para explicar quién era Salum y documentar sus contradicciones, los vídeos incluían clips con sus declaraciones. En la mayoría de los países del mundo, esto se reconoce como “uso justo” de material sujeto a derechos de autor. Los antisectas utilizan constantemente mi propia imagen y clips de mis discursos para criticarme, y yo nunca me he quejado.

Salum, sin embargo, había aprendido lo suficiente sobre las tácticas reales o imaginarias de las “sectas” como para utilizarlas él mismo, y presentó denuncias en YouTube sobre los vídeos que habíamos subido a nuestro canal para facilitar el acceso. Lo sabemos, hay posibles recursos y siempre se puede demandar ante los tribunales, pero nosotros dirigimos una revista diaria con miles de artículos, sabemos que se leen sobre todo en los primeros días tras su publicación, y no tenemos tiempo ni recursos para pasar años luchando contra acusaciones infundadas de infracción de derechos de autor. De todas formas, los vídeos fueron subidos a otra plataforma distinta de YouTube, por lo que podemos volver a ofrecer enlaces a ellos.

Where the BAYS videos once were, a notice now refer to Salum’s ill-founded claims.
Donde antes estaban los vídeos de BAYS, ahora hay un aviso que hace referencia a las afirmaciones infundadas de Salum.

Por otra parte, aunque probablemente se trate de conceptos demasiado complicados para Salum, a veces el silencio habla más alto que la palabra, y un vacío es más significativo que una presencia (un concepto budista, por cierto, y sin duda para Salum una de sus “oscuras doctrinas coercitivas”).

Creemos que dejar un vacío donde antes estaban los vídeos, con el aviso de que han sido eliminados “debido a un reclamo de derechos de autor de Pablo Salum” puede explicar de forma aún más elocuente que los propios vídeos qué clase de individuo es Salum, y cómo los antisectas son culpables de los mismos abusos de los que ellos acusan a las “sectas”.