Un libro de una fiscal argentina critica la teoría de que “todas” las trabajadoras sexuales son obligadas a prostituirse. PROTEX va un paso más allá, viendo prostitutas donde no las hay.
por Willy Fautré
En su frenética búsqueda de víctimas de explotación sexual, la PROTEX, agencia estatal que lucha contra la trata de seres humanos y las bandas criminales que explotan prostitutas, también ha fabricado prostitutas imaginarias y, de este modo, ha creado víctimas reales al alertar a los medios de comunicación cuando llevó a cabo una espectacular redada armada SWAT en agosto de 2022 en la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), un grupo de creencias filosóficas que supuestamente dirigía una red de prostitución, y en unos 50 lugares más de Buenos Aires.
En total, se dictaron órdenes de detención contra 19 personas, 10 hombres y 9 mujeres, que presuntamente dirigían una red delictiva. Todos ellos fueron encarcelados y sometidos a un régimen penitenciario muy duro durante períodos de prisión preventiva que oscilaron entre 18 y 84 días. En dos casos, la Cámara de Apelaciones revocó la acusación por infundada. Los demás están en libertad y a la espera de la siguiente etapa.
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Prostitutas fabricadas
Cinco mujeres mayores de cincuenta años, tres mayores de cuarenta y una de treinta y tantos están, por un lado, demandando a dos fiscales de PROTEX por afirmar sin fundamentos que ellas son víctimas de explotación sexual en el marco de una escuela de yoga. Por otro lado, ellas son verdaderas víctimas de PROTEX, ya que ahora cargan públicamente con el estigma de prostituta, algo que niegan rotundamente haber sido nunca. Aunque la prostitución no es ilegal en Argentina, el daño es enorme en sus vidas personales, familiares y profesionales.
Esas prostitutas inventadas fueron entrevistadas recientemente en Buenos Aires por Susan Palmer, profesora afiliada del Departamento de Religiones y Culturas de la Universidad Concordia de Montreal (Canadá) y directora del Proyecto Niños en Religiones Sectarias y Control Estatal de la Universidad McGill (Canadá), apoyado por el Consejo de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá (SSHRC). Estas mujeres no pertenecen a una clase social vulnerable, ni han sido traficadas hacia Argentina. Pertenecen a la clase media y tenían un trabajo. Durante las entrevistas volvieron a negar rotundamente haber estado involucradas en prostitución. Al día de hoy, PROTEX no ha aportado ninguna prueba de prostitución y, en consecuencia, de ninguna forma de explotación en este marco.
En un informe bien documentado de 22 páginas publicado en el número de julio-agosto de “The Journal of CESNUR”, Susan Palmer puso de relieve las diversas facetas del efecto destructivo de la operación de la PROTEX en las vidas de las prostitutas imaginarias y sus proxenetas imaginarios de EYBA.
Los detenidos fueron acusados de asociación ilícita, trata de personas, explotación sexual y lavado de dinero en base a la Ley 26.842 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a las Víctimas.
La legislación contra la explotación sexual
Hasta 2012, este tipo de actividad delictiva estaba penada por la Ley 26.364, pero el 19 de diciembre de 2012, esta ley fue modificada de tal manera que abrió la puerta a una interpretación y aplicación controvertidas. Ahora se identifica como Ley 26.842.
La explotación económica de la prostitución por parte de terceros debe sin duda ser perseguida judicialmente, ya que las víctimas son en la mayoría de los casos mujeres pobres locales, refugiadas o importadas con fines de prostitución. Algunas aceptan ser consideradas víctimas. Otras no. En esta segunda categoría, varias mujeres declaran que la prostitución es su elección porque temen las represalias de su proxeneta o de la red mafiosa de la que dependen. Por lo tanto, también pueden ser consideradas víctimas por los tribunales encargados de una investigación, a pesar de que ellas lo nieguen.
Otras prostitutas independientes que no están vinculadas a ninguna red también declaran que se trata de una opción de vida real y que no son víctimas. Es en este punto donde la interpretación y la aplicación de la Ley 26.842 se vuelven muy problemáticas, porque el sistema judicial las considera víctimas a pesar de que ellas lo nieguen.
Por último, pero no por ello menos importante, otras mujeres que no han ejercido la prostitución son consideradas víctimas en contra de su voluntad por el sistema judicial, debido a una investigación sobre una organización sospechosa de explotación sexual. Este es el caso de las nueve mujeres que asistían a la Escuela de Yoga de Buenos Aires y que niegan vehementemente cualquier actividad de prostitución en sus vidas.
El abolicionismo, un concepto “feminista” cuestionable
Dos postulados políticos, el abolicionismo y el reglamentarismo, están enfrentados en el tema de la prostitución.
En cuanto a la legislación sobre prostitución, el abolicionismo es una corriente de pensamiento que pretende abolir la prostitución y rechaza toda forma de regulación que autorice la prostitución. Los partidarios de ambos enfoques están de acuerdo con la despenalización de la prostitución, pero el abolicionismo actualmente considera que TODAS las prostitutas son víctimas de un sistema que las explota debido a su vulnerabilidad. Este punto de vista sobre las víctimas y su situación de vulnerabilidad ha sido adoptado por PROTEX.
El objetivo original del movimiento abolicionista era oponerse a la aceptación y regulación de la prostitución, que entre otras cosas imponía controles médicos y policiales a las prostitutas.
La aceptación y regulación de la prostitución equivalía, de hecho, al establecimiento de la prostitución y a la oficialización del proxenetismo. Como el movimiento neoabolicionista, con una visión más radicalizada que la del abolicionismo original, afirma que las formas más intolerables de violencia que acompañan a la trata y a la prostitución forzada están vinculadas a la impunidad de los proxenetas, su objetivo es prohibir toda forma de explotación de la prostitución allí donde sea susceptible de producirse.
El siguiente paso fue ampliar el alcance de los lugares “irregularmente autorizados” en los que la prostitución podía ser explotada por las redes criminales, como “saunas”, “pubs”, “whiskerías”, “clubes nocturnos”, “clubes de yoga”, etc., que, se dijo, eran promocionados impunemente en los medios de comunicación y en el espacio público. El Ministerio Público Fiscal impulsó la adopción de medidas tendientes a descubrir el velo de estas “casas de tolerancia” que son el destino del proceso de trata con fines de explotación sexual y que gozan de un reconocimiento legal supuestamente espurio e inapropiado.
Este planteamiento supuso una puerta abierta a las sospechas de explotación sexual en grupos de yoga como EYBA.
La deriva de PROTEX sobre el tema de la victimización
La polémica implementación de la controvertida Ley 26.842 junto con su difusión en y por la elite intelectual y el poder judicial en Argentina fue criticada por Marisa S. Tarantino en un libro que publicó en 2021 bajo el título “Ni víctimas ni criminales: trabajadoras sexuales. Una crítica feminista a las políticas contra la trata de personas y la prostitución” (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina).
Marisa Tarantino es Fiscal Letrada de la Procuración General de la Nación y fue secretaria de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal Nº 2 de la Capital Federal. Es especialista en Administración de Justicia (Universidad de Buenos Aires) y en Derecho Penal (Universidad de Palermo). Como ha participado en talleres organizados por PROTEX, su opinión es aún más valiosa. En síntesis, estas son algunas de sus conclusiones:
– “La UFASE-PROTEX –que había sido uno de los organismos fuertemente vinculados a la OIM para el abordaje de este tema– brindó una especial dedicación a la tarea de divulgar la perspectiva neoabolicionista presentándola como el correcto paradigma de abordaje de los casos de trata y explotación sexual. Ello se vio reflejado en la realización de múltiples cursos y talleres de capacitación, materiales de difusión, ‘protocolos de buenas prácticas’, e incluso en la producción académica. Todo esto ejerció una fuerte influencia en diversos ámbitos institucionales a lo largo y ancho del país.” (pág. 194)
– “Así, la incorporación de esta particular perspectiva de género, construida desde los principales postulados neoabolicionistas, permitió (re)interpretar las diferentes formas de organización e intercambio de servicios sexuales en términos de conflicto penal y, más precisamente, en términos de trata.” (pág. 195)
Este es el contexto generado por las enmiendas de 2012 a la ley sobre trata y explotación de la prostitución por parte de redes criminales y la adhesión de PROTEX al modelo político neoabolicionista que fue (mal) utilizado para justificar la represión contra EYBA.
Más allá del modelo político, PROTEX encontró un aliado en la persona del activista antisectas Pablo Salum, que disparó todas sus flechas contra grupos religiosos o de creencias no tradicionales en Argentina, incluida una respetada ONG evangélica internacional cuyos 38 centros fueron recientemente allanados por presuntos cargos de trata.
El triángulo diabólico del caso EYBA: un postulado político, la fabricación de falsas víctimas, la dupla PROTEX y Salum
EYBA es víctima de un modelo político, su artífice judicial PROTEX, y el activista antisectas Pablo Salum.
Salum, que había vivido con familiares practicando yoga en EYBA hasta su adolescencia, llegó con un “valor añadido” al debate. Acusó a EYBA de ser una “secta”, que utiliza y lava el cerebro a las mujeres para involucrarlas en la prostitución con el fin de financiarse. Su posición se vio reconfortada por una marea de reportajes en los medios de comunicación que reprodujeron sus acusaciones sin ningún tipo de comprobación y así fue como EYBA se convirtió en “la secta del horror” en Argentina y en el extranjero.
Varios informes de investigadores extranjeros han demostrado, sin embargo, que Salum sólo difundía fantasías y mentiras sobre EYBA y los nuevos movimientos religiosos para atraer la atención de los medios de comunicación sobre su propia persona.
Algunos líderes de PROTEX comenzaron imprudentemente a entablar amistad con Salum, en quien vieron una oportunidad para investigar y perseguir a nuevos grupos sobre la base de la trata de seres humanos y la explotación de la prostitución.
Por un lado, según PROTEX, las personas utilizadas para la prostitución son todas verdaderas víctimas debido a la explotación de sus vulnerabilidades, incluso si lo niegan ferozmente. Por otro lado, según Salum, las sectas consiguen el mismo resultado lavando el cerebro a sus miembros y explotando sus debilidades. El abuso de la vulnerabilidad según PROTEX y el abuso de la debilidad según el antisectas Salum conducen, pues, al mismo resultado: la llamada creación de víctimas que no son conscientes de serlo y lo niegan.
Esto explica la trampa en la que han caído EYBA y las nueve mujeres descritas por PROTEX como víctimas inconscientes de prostitución por parte de una red criminal.
¿Cómo salir de esta trampa? Argentina sigue siendo una democracia y la justicia es la principal salida. El grupo cristiano “Cómo vivir por fe” ganó su caso contra PROTEX en noviembre de 2022 tras una redada instigada por Pablo Salum y acusaciones de explotación y tráfico de órganos. El tribunal criticó a Salum por haber “entrenado” y manipulado al testigo principal.
En el caso de EYBA, el lavado de cerebro es una fantasía denunciada como un concepto inexistente por los especialistas en estudios religiosos y, en lo que respecta a las nueve mujeres, los tribunales tendrán que reconocer que no hay pruebas de venta de servicios sexuales.
Las maquinaciones de PROTEX y compañía fueron denunciadas recientemente por CAP/Libertad de Conciencia, una ONG con estatus ECOSOC, en la 53ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
PROTEX y el poder judicial en Argentina harían bien en prestar atención a este disparo de advertencia antes de perder prestigio frente a la comunidad internacional de derechos humanos cuando el fantasma de la prostitución se desvanezca en el caso EYBA.